2o Bachillerato Clase 5 (parte 1) El factor cultural como decisivo en el análisis de las causas de opresión de la mujer


Aquí puedes ver el vídeo sobre el apartado 3 de los apuntes:




DIÁLOGO CON EL MATERIALISMO DIALÉCTICO

Para Engels, la opresión de las mujeres surge del mismo proceso que instituye a la propiedad privada y la división en clases como núcleo de la organización social, lo que forja como instituciones concomitantes las formas de familia –que buscaron asegurar cómo se heredaban las riquezas acumuladas– y las formas de Estado –que perpetuaría la naciente división en clases y el derecho de la clase poseedora a explotar a la no poseedora–. Es decir que, como el resto de los fenómenos sociales que los seres humanos han forjado, no hay en la milenaria opresión de las mujeres nada de “natural”.
Para Engels, la opresión de las mujeres está vinculada a la historia de las técnicas. La derrota del sexo femenino se habría producido con la aparición de la propiedad privada, explicada por el gran cambio acaecido en la división del trabajo tras el invento de nuevos instrumentos (descubrimiento del cobre, estaño, bronce, hierro). Pero desde el punto de vista de la filósofa francesa, Engels no profundiza en las cuestiones que subyacen a sus planteamientos: ¿Cómo se pudo realizar el paso del régimen comunitario a la propiedad privada? ¿Cómo se explica que la propiedad privada haya provocado fatalmente el sometimiento de la mujer? ¿De dónde nació el interés que une al hombre con la propiedad, que sería a su vez origen de instituciones sociales como el matrimonio?.

Además, Beauvoir está convencida de que la abolición de la familia que, según Engels, traería consigo la comunidad socialista no supone necesariamente la liberación de la mujer. El Estado puede pretender controlar la función reproductora de las mujeres para conseguir determinado objetivos. (...) Beauvoir advierte que esto ya ha ocurrido en la URSS, con la puesta en marcha de una política natalista desde el final de la década de los años 30 del siglo XX."


ver más (opcional) en: 
https://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/origen/el_origen_de_la_familia.pdf







DIÁLOGO CON EL PSICOANÁLISIS FREUDIANO


Una visión de las relaciones entre psicoanálisis y feminismo, la encontramos en el artículo "Sexualidad, psicoanálisis y crítica feminista" de Judith Ribas. En el epígrafe 7 ("Complejo de Edipo y deseo masculino y femenino"), Ribas escribe:

"Según dicha teoría, el deseo más arraigado y, a la vez, el más reprimido dentro de todo sujeto y cultura es el del incesto, tanto es así que en el tabú del incesto Freud cree ver en el plano social el fundamento de la constitución de la sociedad y la moralidad. En el plano individual, la correcta superación del complejo de Edipo supondrá el establecimiento normalizado de la personalidad femenina o masculina y su carácter moral. [...]


...¿qué sucede con las mujeres? Esta es una pregunta que a menudo se hacía Freud para concluir rápidamente que en ellas todo es mucho más complicado. En primer lugar -señala-, las mujeres no tienen que temer la castración puesto que ya están castradas, pero como esto es algo que no podrán lograr, sustituyen esta envidia por el deseo de tener un bebé, especialmente un varón. Otra de las consecuencias de la envidia del pene sería la tendencia al narcisismo y una fuerte necesidad de ser amada como resultado de la constatación de inferioridad que produce en la mujer el saber que está privada de este miembro, y que lo estará siempre.

Al sentirse castrada, de entrada, el superyó de la niña no necesita presentar una batalla tan severa a su impuso incestuoso. Esto es lo que hace -según Freud- que las mujeres tengamos menos inclinación a la competencia, a la creatividad, a las tareas científicas, etc. Al no tener que reprimir con tanta fuerza, como los varones, su deseo por los progenitores, las mujeres no desarrollan un superyó tan fuerte. Esta sería la causa de que a las mujeres nos falte el sentido de la justicia social y la conciencia que es la esencia del hombre civilizado, piensa Freud."

Sartre (Beauvoir comparte esta visión también) consideró que el ser humano está ‘condenado a ser libre‘, es decir, arrojado a la acción y responsable plenamente y sin excusas de aquella, concibiendo a la existencia humana como existencia consciente y al ser humano como un ser que debe hacerse a sí mismo. Por ello, ese “hacerse” alude a una cuestión de elecciones ‘históricas‘ y conscientes, basadas en la propia experiencia. Porque Sartre siempre rechazó la noción de “lo inconsciente”, particularmente la planteada por Freud, arguyendo que lo inconsciente era un criterio “característico del irracionalismo alemán”. Opinando que lo inconsciente era irracional, oponiéndose a que un sistema filosófico se fundara fuera de la razón (es decir, nunca comprendió la esencia del psicoanálisis), y por tanto, a una psicología que se basara en un “irracionalismo”.



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